viernes, 2 de enero de 2009
HISTORIAS DE CASAIO- OS ESCAPADOS
Una de las características de nuestra postguerra fue el fenómeno de la guerrilla antifranquista. No sería, sin embargo, algo nuevo, sino un factor que periódicamente se ha venido reproduciendo a lo largo de nuestra Historia, debido posiblemente a las grandes contradicciones políticas y socioeconómicas que se han dado en España, y a otros factores que, como nuestra geografía física (especialmente las características de su relieve) han favorecido de forma colateral, aunque no despreciable, la aparición de fenómenos de este tipoPrueba de su importancia es que haya sido en España (a partir de la guerra contra Napoleón), donde por vez primera se ha empleado el término de "guerrilla", como denominación de una forma de lucha irregular, protagonizada por pequeños grupos armados de paisanos que rehúyen el choque en campo abierto y que mediante acciones como sabotajes y golpes de mano, hostilizan a un enemigo organizado conforme a unas estructuras militares más clásicas.La guerrilla antifranquista atravesó una serie de etapas, en torno a las que no hay un acuerdo total de los distintos autores, aunque pensamos que la periodización más correcta es la siguiente: La primera fase coincide con la Guerra Civil, y la protagonizan, por un lado, los que huyen ante el avance de las tropas sublevadas y se ocultan en la Sierra y, por otro, por los grupos que, tardía e insuficientemente , creó el Estado Republicano para debilitar la retaguardia franquista,La segunda fase abarcaría desde el final de la Guerra hasta 1944: la guerrilla está formada por aquellos que escapan a la represión y por algunos pequeños grupos con mayor conciencia política que consideran que la libertad puede recuperarse mediante la derrota militar del franquismo, apoyados por insurrección popular.La tercera y más importante etapa,iría de de 1944 a 1948, iniciada con la frustrada invasión a través del Valle de Arán y que al calor de los triunfos de la Resistencia europea (donde han colaborado muchos españoles, especialmente en Francia), frente a nazis y fascistas, pretende no sólo conseguir el levantamiento contra Franco, sino la ayuda aliada, bajo el argumento de que el Régimen es de similares características a sus enemigos, y además colaborador de los derrotados en la II Guerra Mundial. Durante esos años, la lucha armada se irá extendiendo por España.La cuarta y última etapa del maquis comenzaría en torno a 1948, finalizando aproximadamente en 1952, aunque sus rescoldos perduren hasta la década de los sesenta. Será una fase de decadencia, explicable por la desmoralización que ocasionó la no intervención de los aliados occidentales en favor de ellos y su apoyo más o menos abierto a Franco con el inicio de la guerra fría; los éxitos represivos del Régimen, la ausencia de levantamiento popular antifranquista (que contribuirán, en ocasiones,a la aparición de actitudes puramente bandoleriles), aconsejarán el abandono de este tipo de lucha.Perviven grupos enormemente aislados, reacios unos a la retirada, imposibilitados otros de llevarla a cabo, logrando subsistir en algunos casos, como el de los anarquistas catalanes Sabaté y “Caraquemada” hasta fines de los cincuenta o principios de los sesenta, siendo el último de todos el comunista gallego José Castro Veiga(a) “El Piloto”, que duró nada menos que hasta 1965. Durante toda esta época, van cayendo los últimos guerrilleros y se organizan algunos intentos de evacuación al extranjero (aunque antes de 1948 ya hubo varios intentos)Principales líderes y Partidas guerrilleras en Galicia-León:Desde los primeros días de la rebelión, Galicia quedó en manos de los militares africano-militaristas sublevados el 18-J-1936. Sus fronteras naturales con provincias españolas son Asturias, Leon y Zamora literalmente encerró en una gran bolsa natural a miles de antifascistas y militares leales al gobierno de la República.Resultaba muy difícil pasar a Asturias para incorporarse a las filas de las columnas republicanas gubernamentales que luchaban por ocupar Oviedo, deseo éste, de la mayoría. También León y Zamora estaban en manos de los rebeldes por lo que existía una fluida relación entre los que desertaban de las tres provincias. Por ello, aparte de las partidas guerrilleras que fueron por “libre,” hay que hablar de Galicia-León como el intento más importante de aglutinar esfuerzos en pro de una misma causa.Huidos, emboscados, escapados, maquis y guerrilleiros.Quienes sabían que estaban señalados por sus afiliaciones o simpatías políticas y veían como la represión se cebaba con amigos y conocidos que confiadamente se habían entregado, no dudaron en echarse al monte. A éstos se les llamó “huidos”, y se concentraron gran parte en el sudoeste de Lugo y en la parte oriental de Orense, los principales pueblos fueron El Barco de Valdeorras, La Gudiña y Verín y ocuparon las zonas montañosas de las sierras de Cabrera, Queixa, San Mamede y Cabeza de Manzaneda.Por el resto de Galicia también se asentaron importantes partidas de huidos, incluidas las comarcas costeras de La Coruña y Lugo, en una línea discontinua que comunica Vigo (Pontevedra) con Vivero (Lugo), pasando por El Ferrol (La Coruña). Galicia posee innumerables puertos y ensenadas por donde se organizaron las salidas y entradas de personas y material.La preocupación trascendía de los despachos del Gobierno de Burgos, por los movimientos guerrilleros, que podían haber sido un segundo frente a su retaguardia, hasta el punto que el embajador alemán Stohrer del 19 de mayo de 1938 informaba al Ministerio de Asuntos Exteriores de su país:"La España nacionalista carece todavía, en muchos aspectos, de unidad y de solidaridad. Los que conocen bien la situación evalúan en un 40% aproximadamente el número de personas políticamente inestables en la España blanca".Ese hecho queda demostrado por una serie de atentados, por los intentos de destrucción de puentes, captura de prisioneros, por los accidentes que sobrevienen en los polvorines, por los incendios provocados y por una guerrilla que, todavía hoy, azota el sur de España y sobre todo, Galicia, Asturias y León.” Orígenes de las Guerrillas en GaliciaLos orígenes de las guerrillas en la región gallega, con sus irradiaciones en doble sentido, hacia León y Asturias en sus zonas limítrofes con Lugo y Orense, así como de aquellas provincias hacia éstas, presentan un ejemplo un tanto complicado en e! trasiego de"huidos". Las causas son varias, pero pueden encontrar su motivación en la diversidad de ideologías de sus protagonistas, más acusada aquí en su iniciación que en las demás zonas de actuación . Al final -como en las demás- sería el P.C.E. el único triunfante sobre sus viejos aliados y como consecuencia el gran derrotado, la eliminación total de las partidas bajo su bandera.Galicia - LeónAunque las cuatro provincias gallegas, más las zonas de Ponferrada (León) y las de Cangas de Narcea y San Antolín de Ibias (Asturias), formasen un conjunto geográfico, donde luego se ubicaría el “Ejército Guerrillero de León-Galicia”, también llamado “IV Agrupación” y “Agrupación Pasionaria”, no acaecía lo mismo con las “intencionalidades ideológicas” que alimentaron el problema de las guerrillas o dieran lugar a su nacimiento. Así, mientras en la zona de VíIIagarcía-Pontevedra con Vigo y Tuy, tiene un arranque completamente comunista, lo mismo que en Ortigueira-Puemedeume-Betanzos-La Coruña; se presenta con enraizamiento socialista en Ordenes (La Coruña), y Lugo a causa de los huidos desde Asturias; anárquico, entre Celanova y Verín, en Orense, entre Ponferrada (León), Ouiroga (Lugo), Castro Caldelas (Orense) y Puebla de Sanabria (Zamora), donde se sucedieron varias incursiones de gran éxito.La caída del frente del Norte significó un desastre de gran magnitud. La mayoría autoridades políticas y militares huyeron y el caos se apoderó de toda la zona. Los puertos de Avilés y Gijón se colapsaron y más de 8.000 milicianos se quedaron aislados sin poder volver a sus pueblos por temor a las represalias. Algunos pasaron a León y Galicia en busca de refugio y de entre ellos hubo quien consiguió gran preponderancia en el mando y organización de la guerrilla.Poco a poco aquellos grupos se estaba transformando: de la simple supervivencia en una organización claramente definida como fuerza de defensa y de ofensiva. Llegaron a alcanzar tal incremento, que las autoridades franquistas ampliaron en número y presión las fuerzas y medios de represión. Según el informe de Ramiro Losada "entre los montes de Galicia y León, existen organizados unos 20.000 hombres y mujeres, cantidad que se ve aumentada cuando son movilizadas nuevas quintas". De lo que se desprende que en cada leva “huyen” a la sierra una cantidad importante de “quintos”. Cuando Manuel Castro, procedente del maquis galo, llega a tierras gallegas, tras las infiltraciones por el Valle de Aran, para conectar con el Comité Regional, instalado entonces en Vigo, se encuentra con que el primer intento de una organización “guerrillera” ya ha sido hecho en los montes de Casayo bajo iniciativa de Mario Fernández Rodríguez “Gafas”, destacado desde Asturias.1939: La derrota trae la persecución y represalias de los nuevos dueños del paisA finales de 1939 apenas permanecían en los montes pequeños grupos, entre los que destacaban lugareños “huidos” y también antiguos guardias de asalto, ex marineros de los barcos de guerra de El Ferrol, guardias civiles y soldados desertores, cuya actividad principal no era otra que la de sobrevivir. En aquellas circunstancias azarosas no se les podía pedir mayor belicosidad.La represión había sido muy dura y el sentimiento de derrota hizo que muchos decidieran abandonar el monte para incorporarse a sus hogares con la ayuda de los avales, que conseguían normalmente las familias, para pasar la rígida depuración de las autoridades franquistas. Los que quedaron en las sierras aunaron sus esfuerzos en conseguir una mayor efectividad combativa.Galicia ofrecía al P.C.E., con sus puertos de Vigo y La Coruña, donde hacían escala los barcos procedentes de Hispanoamérica, para continuar luego a Bilbao y regreso a Buenos Aires, unas puertas de entrada inmejorables, que fueron explotadas mucho antes que la frontera pirenaica a partir de la invasión del “maquis”.Primavera de 1941: La guerrilla aumenta En la primavera de 1941 el número de guerrilleros aumentó de manera considerable. Las evasiones de las cárceles y de los batallones de castigo favoreció este crecimiento y se impuso la necesidad de organizar aquellas desperdigadas partidas en una fuerza coordinada. Tomó parte decidida en el proyecto y lo llevó a buen término, uno de los asturianos que vieron frustrada su huida a Portugal, Marcelino Fernández Villanueva “Gafas”.A principios de 1942 se constituyó la Federación de Guerrillas de León-Galicia. Esta era la primera guerrilla de la postguerra española. En el pueblo de Ferradillo, próximo a Ponferrada, se produjo la reunión de los 24 fundadores cuya militancia política estaba repartida de la siguiente forma: 5 socialistas, 4 cenetistas, 6 ugetistas, 4 comunistas y 5 sin ninguna militancia. Es de destacar el equilibrio político de esta directiva donde se aprecia lo heterogéneo de su composición. En este congreso se aprobaron las líneas generales de actuación cuyos puntos principales eran los siguientes: Actuar como si, efectivamente, se estuviera dentro de la ley; prohibir el proselitismo en la organización. que era expresamente pluralista; prohibir, salvo necesidades de fuerza mayor, la permanencia de mujeres en los campamentos; respeto mutuo entre los combatientes basado en la democracia interior, obediencia a los superiores y la búsqueda incansable del apoyo de la población, a la que era necesario explicar cuál era el sentido de la lucha. Máxima dureza: Guerra silenciada sin cuartel a la GuerrillaHasta 1947, la eficacia de las fuerzas represivas fue relativa y las pérdidas de los guerrilleros podían catalogarse de normales. Pero a partir de ese año se produjo un cambio cualitativo, ya que se sustituyó el enfrentamiento directo, que no reportaba resultados positivos, por la mejora de los sistemas de espionaje a través del SIGC y de las contrapartidas. 1948: Comienza el final de las guerrillasLa decisión de huir fechó el final de la Federación, y mientras exploraban las posibilidades de escapar a Francia, los guerrilleros socialistas y Cenetistas merodeaban por las diferentes zonas de la antigua guerrilla. Todavía a finales de 1948 se produjo la subida al monte de un enlace quemado. Bernardo Alvarez Trabaja “Gasta”. Época de redefiniciones y cambios, a finales de 1948 empezó a despejarse el panorama de los antiguos guerrilleros.Cansancio, desilusión y desánimoDespués de la práctica disolución de la Federación, durante algunos años aun persistieron partidas sueltas al mando de sus responsables, pero para la Guardia Civil y demás cuerpos armados fue cuestión de tiempo irlas disolviendo por la fuerza de las armas o bien por la desilusión, el cansancio y el desánimo que es el peor de los instrumentos y muchas veces una de las armas más resolutivasLos aliados miran hacia otro lado: El binomio "republica=comunismo" vuelve a funcionar con éxitoEl acuerdo de Yalta dejó bien claro cuales iban a ser las zonas de influencia para los vencedores de la II Guerra Mundial. Los comunistas trataron de saltarse el acuerdo con respecto a Grecia y se desató una cruenta guerra civil donde Inglaterra se empleó a fondo mandando armas y hombres, hasta conseguir sentar en el trono al rey griego. En España los aliados miraban hacia otro lado mientras Franco se afanaba con todos los medios a la destrucción de las guerrillas . Franco les hizo creer que destruyéndolas, él podía ser el gran defensor anticomunista del sur de Europa junto con Portugal. Una vez más, el binomio propagandístico "republica=comunismo" le reportó beneficios políticos y económicos.La conclusión final parece clara. Mientras los guerrilleros unieron sus convicciones políticas en el sólo afán de la supervivencia y el acoso antifranquista, convivieron en la fraternidad de la lucha sin más roces que los naturales que surgen de la convivencia. Todos los idearios políticos se aglutinaron en uno sólo, la propia Federación.Pasados los años, se observa como van cambiando la proporción de miembros tanto en el mando como en el simple guerrillero y ello es debido a la introducción de españoles venidos del maquis de Francia, después del fracaso de invasión del Valle de Arán. Son comunistas, como muchos de sus compañeros, pero ya piensan y ven las cosas de otra manera y conscientes del gran potencial que han encontrado en aquellas serranías gallego–leonesas desean cambiarlas, mejorarlas y apoderarse de ellas. Aunque las cifras siempre son aproximadas se cree que murieron cerca de 2.500 guerrilleros, entre los enfrentamientos armados y los ejecutados por condena. El resto fueron encarcelados y unos pocos pudieron cruzar la frontera y siguieron luchando en defensa de la democracia desde el exilio. So procedencia politica era pluralista, la mayoria eran militantes de la CNT, del PSOE, del PCE o jóvenes demócratas o antifascistas sin antecedentes de militancia que huían o se alzaban contra la represión franquista. Las guerrillas con esa diversidad ideológica hacían compatibles sus opiniones sobre el terreno con las orientaciones políticas de cada uno de los partidos políticos, teniendo como objetivo común prioritario la vuelta a un régimen constitucional y democrático.A principios de los años cincuenta se disolvieron las Agrupaciones Guerrilleras aunque algunosde sus miembros continuaron con su lucha hasta bien avanzada la Dictadura.José Castro Veiga," Piloto", fue el último guerrillero que cayó tiroteado por la guardia civil en el año 1965, tres décadas después del final de la guerra.Los ex-guerrilleros españoles siguen hoy metafóricamente "echados al Monte", en la cordillera del olvido. Habían sido los últimos luchadores antifranquistas y esperaban que la transición democrática reconociera sus méritos con todos los honores, como había pasado con los maquis franceses tras la liberaciónNOTA IMPORTANTE:Retazos extraídos de la web:"PAISAJES DE LA GUERRILLA"(http://www.guerrillas.info/)
"BAILARÍN” (Manuel Alvarez Arias). Era natural de Casayo (Orense) y cuatrero de profesión. Se echó al monte en julio de 1936. Sus primeras bases las tuvo en la Sierra del Eje, tras formar su partida con huidos procedentes de las cuatro esquinas de la provincia. En El Barco de Valdeorras dicen que “nada más empezar la guerra estas montañas se llenaron de gente de fuera” (Por aquí llaman así a los que vienen de más allá de la provincia de Orense.) “Por eso nuestros cementerios están llenos de cadáveres sin nombre”, agregó una vieja campesina. En sus filas combaten hombres que, más tarde, serán jefes de partida: “el Zamorano”, “Aguirre”, “Girón” y “Parra”. Parece que ésta, como alguna otra partida orensana, sostenía estrechas relaciones con grupos demócratas clandestinos portugueses, que seguían en pie pese a dos lustros largos de dictadura salazariana.
Su zona de actuación fue la del cuadrilátero El Barco de Valdeorras-Puebla de Trives-La Gudiña (Orense) y Puebla de Sanabria (Zamora). En agosto de 1940 “Bailarín” se entregó al jefe de la Cuarta Columna de Operaciones, pretextando querer colaborar en la exterminación de sus antiguos compañeros. Nunca se sabrá —o quizá si— con qué intenciones se rindió, ya que se sabe que no prestó el menor servicio a favor de sus enemigos.
Según el profesor Secundino Serrano, "Bailarín" intentó comprar su amnistía a cambio de entregar a sus antiguos camaradas, pero fracasó en su prpósito. Fue encarcelado, juzgado y fusilado en Orense, en la primavera de 1941.
Su zona de actuación fue la del cuadrilátero El Barco de Valdeorras-Puebla de Trives-La Gudiña (Orense) y Puebla de Sanabria (Zamora). En agosto de 1940 “Bailarín” se entregó al jefe de la Cuarta Columna de Operaciones, pretextando querer colaborar en la exterminación de sus antiguos compañeros. Nunca se sabrá —o quizá si— con qué intenciones se rindió, ya que se sabe que no prestó el menor servicio a favor de sus enemigos.
Según el profesor Secundino Serrano, "Bailarín" intentó comprar su amnistía a cambio de entregar a sus antiguos camaradas, pero fracasó en su prpósito. Fue encarcelado, juzgado y fusilado en Orense, en la primavera de 1941.
LA MINA DE LOS ALEMANES EN FOTOS
“ “Lobos sucios” es un cortometraje documental que narra el estraperlo de volframio en las minas valdeorresas (Ourense, Galiza), controladas por los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Está dirigido por Felipe Rodríguez Lameiro y el título corresponde a un juego de palabras con el nombre del volframio (wolf, que significa lobo y ram, sucio).
El documental “Lobos Sucios” toma como punto de partida el desentierro realizado hace unos años por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica del cuerpo de Miguel Cardeñas, un maquis andaluz que consiguió huir por aquel entonces de la prisión de las minas. Su historia personal sirve de excusa para analizar el trabajo realizado durante años para extraer volframio en las minas de la conocida como Cidade dos Alemáns, en los montes de Casaio. Este material era por aquel entonces de gran importancia para la industria armamentística y espías del bando aliado se acercaban a la comarca para comprar el volframio a los trabajadores a un precio muy elevado y así debilitar a los alemanes.
Felipe Rodríguez Lameiro dice: “con este documental queremos contar unha historia que foi moi importante e, con todo, para moitos resulta descoñecida. Ademais, gustaríanos transmitir a mensaxe da necesidade de coñecer o noso pasado para non caer nos mesmos erros e esquecer os odios para mirar ao futuro”.
El documental “Lobos Sucios” toma como punto de partida el desentierro realizado hace unos años por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica del cuerpo de Miguel Cardeñas, un maquis andaluz que consiguió huir por aquel entonces de la prisión de las minas. Su historia personal sirve de excusa para analizar el trabajo realizado durante años para extraer volframio en las minas de la conocida como Cidade dos Alemáns, en los montes de Casaio. Este material era por aquel entonces de gran importancia para la industria armamentística y espías del bando aliado se acercaban a la comarca para comprar el volframio a los trabajadores a un precio muy elevado y así debilitar a los alemanes.
Felipe Rodríguez Lameiro dice: “con este documental queremos contar unha historia que foi moi importante e, con todo, para moitos resulta descoñecida. Ademais, gustaríanos transmitir a mensaxe da necesidade de coñecer o noso pasado para non caer nos mesmos erros e esquecer os odios para mirar ao futuro”.
jueves, 1 de enero de 2009
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